Nada se compara con la belleza excepcional y la cultura local de República Dominicana. Hay muchas razones para visitar la isla, pero ¿por qué quedarse? Esperanza Bevan es una española que ahora ejerce dentro del ámbito del derecho inmobiliario en Puerto Plata, en el lado norte de la isla. Después de una ronda de golf al atardecer, se sienta en la tienda de deportes de su club de campo para tomar una copa y contarnos cómo terminó quedándose para siempre en lo que ella llama "el paraíso de todos los días".
"Fui a Sudáfrica pero era inestable. Fui a Costa Rica y llovió durante toda una semana. Luego vine a República Dominicana y tuve que pellizcarme." Esperanza describe una vida que se parece a unas largas vacaciones en la costa norte de la isla, y dice que los recorridos históricos, los espectáculos en casinos, los paseos en bote y la cultura local son solo el comienzo. "Camino todos los días por la playa y siempre es diferente." Y agrega: "Nado en el océano el primero de enero. Este es el paraíso, te lo aseguro."
Las 5 razones principales para quedarse para siempre
Viajar es sencillo
República Dominicana es el segundo país del Caribe más visitado por los ciudadanos canadienses durante sus vacaciones, por lo que hay mucho para hacer cuando la familia viene de visita. Pueden elegir entre 6 aeropuertos internacionales dentro del país, con menos de tres horas de viaje entre cualquiera de ellos. También se trata de una isla enorme (1900 millas cuadradas) con hermosas playas, costas vírgenes, y miles de servicios y productos que le encantarán.
El ritmo de vida
Vivir en República Dominicana implica un cambio total respecto a la vida acelerada en América del Norte y Europa. Las infraestructuras en el país han experimentado grandes mejoras, por ejemplo, en atención médica, carreteras, energía y gasolina, transporte público, bancos, Internet y supermercados. Esto la convierte en un hermoso destino tropical con las comodidades del hogar.
La comunidad es todo
La creciente comunidad de expatriados incluye personas jubiladas de 50 países diferentes, entre ellos, chefs que conforman una increíble escena gastronómica de la cocina mundial y a ellos se suman a los lugareños que se especializan en pescado entero recién cocinado en la playa. La actitud de dejar para después reina en República Dominicana. Se encontrará disminuyendo la velocidad, relajándose y adaptándose a la tranquilidad de la vida isleña.
Atracciones y actividades
Cuando la familia viene de visita, hay mucho que hacer. Más allá de las playas de arena blanca, República Dominicana se jacta de contar con montañas, desiertos y selvas tropicales con fauna tropical como iguanas, flamencos, ¡sin olvidar la amplia variedad de aves! ¡También está la opción de sumergirse en la aventura de explorar la cultura local! Camine por el paseo marítimo, visite los museos o recorra los sitios históricos. La isla tiene una rica historia de arte, arquitectura y agricultura. Visite nuestras hermosas catedrales, plantaciones de cacao, café y caña de azúcar, y fábricas de ron. La isla también cuenta con comodidades modernas, como servicios de spa asequibles, vida de casino, hermosos campos de golf, parques de aventuras, y hoteles y restaurantes de 5 estrellas.
Cultura, comida y música locales…
Se puede escuchar bachata, merengue o salsa donde quiera que vaya: en las calles, autobuses, supermercados y parques públicos. La cultura local es 95 % católica romana, de habla hispana y se enorgullece de tener algunas de las arquitecturas e iconografías religiosas más bellas del Caribe.
El agente inmobiliario local Loinas José Finca dice que la mayoría de las personas que se mudan aquí están enamoradas de la vista y la cultura del lado norte de la isla. "La costa norte se desarrolla alrededor de pueblos, no del comercio, por lo que es rica en cuanto a cultura".
"Gran parte del país es llano", pero Loinas José Finca dice que las interminables ensenadas, el paisaje texturado y la comunidad de expatriados en el lado norte son sus puntos favoritos para presumir ante quienes buscan reubicarse. "En Puerto Plata, no hay una costa extensa, sino un montón de pequeñas ensenadas. Todas las playas parecen privadas, como si fuese tu propio pedacito de paraíso." Tampoco se cansa de la vista. "No solo tiene el océano; también hay montañas. Es el cielo en la tierra."